jueves, 28 de febrero de 2013

REGGAETON THE MOVIE.


REGGAETON THE MOVIE.

REGGAETON THE MOVIE no es literalmente la historia del reggaeton, son tres historias reales que ocurren en momentos donde el underground evoluciona al reggaeton. Tendremos la participación de exponentes de la vieja y nueva escuela como actores dentro de la película. Recrearemos momentos de esa era del underground asi como making de varios vídeos de esa época. y nuestro propósito es honrar a esos exponentes del ayer que aun hoy en dia trabajan en su música y que las nuevas generaciones los recuerden como los que iniciaron este movimiento llamado... el reggaeton.

Una nueva película llamada “Reggaeton The Movie” se empezó a filmar hace ya varios Días  en Puerto Rico. Esta película que contará con la participación de varios artistas del género como Baby rasta y gringo, Kendo Kaponi, Polaco, Yomo, Dj Luian y muchos más será dirigida por Carlos Martin y su compañia “BamBamDG Films”.

Esta película será la primera producción cinematográfica del director Carlos Martin, quien a dirigido vídeos para artistas como Daddy Yankee, Baby Rasta y Gringo y Yaga y Mackie. El productor tomó su cuenta de Twitter para explicar que el dinero recaudado en la película está destinado al Centro de estimulación de niño con problemas de déficit de atención y autismo.
“Soy padre de 4 hermosos hijos y 2 de ellos tienen Déficit de atención con hiperactividad y leve autismo. Por eso estoy aquí. Y quiero que sepan que Dios me tiene de pie luchando para que esto se de en grande aunque es mi sueño quiero que sea el de ustedes.” dijo el señor Martin en su cuenta de Twitter (@bambamdgfilms).

Hasta ahora no sabemos cuándo se estrena pero si sabemos que ya empezó a grabarse algunas escenas en “Puerta de tierra” un barrio de la isla. Para más información o avances de esta película, visita https://www.facebook.com/reggaetonthemovie

Esta película contara con un guion de 95 páginas que tendrá ocho temas musicales y tres escenas de grandes bailes. El ambiente será de la época del 1998 y tendremos la participación de exponentes de reggaeton de la vieja escuela y de la actualidad. Contamos con asesoría de personas que de algún modo trabajaron y fueron parte de ese momento en el mundo underground.

Reggaeton the movie, tres vidas que se superan en este movimiento. Un movimiento opacado por males sociales que ha sido la sombra de este género. Un género que como la salsa y el merengue han nacido para quedarse y ser parte de nuestro país. Un país que debe respetar y no dejarlo desaparecer por lo que ha logrado en el mundo. Un mundo que sabe de nosotros por nuestro talento y logros en la música. Una música que al fin será honrada con una gran película. Una película que debe ser llamada Reggaeton The Movie. Coming soon 2013.

DIRECTOR / PRODUCTOR.
Carlos “BamBam” Martin Miranda nace en San Juan, y si no es el mejor, es uno de los mejores directores contemporáneos de vídeos musicales urbanos que hay en la isla. Ha trabajado con los mas grandes reggetoneros resaltando el contar historias en los mismos. Su vocasion como fotógrafo lo ha llevado a dar su salto al cine, un genero que por razones de tiempo le ha sido difícil incursionar. Pero es en este año que se dio a la tarea de encaminarse a ese mundo, dirigir películas para el cine y la TV. Aunque Carlos ha realizado una serie de cortos o pequeñas historias en sus vídeos esto no le es suficiente para explotar su talento. A mediados del 2012 Se encuentra con el guionista y productor de talento de barrio y este le ofrece dirigir una historia que le llena por tratarse del tema del cual se ha identificado toda su vida, el reggaeton. En sus inicios fue cantante de reggaeton junto a la vieja escuela en aquel entonces. “Vamo a meterle” fue la respuesta cuando la empresa Synthesis Films lo contrata para dirigir el que seria su primer largometraje, Reggaeton The Movie. A continuación Link de sus trabajos anteriores. http://www.bambamdgfilms.com/


Sinopsis.

A finales de la década de los 90 dos cantantes, una bailarina y un productor musical, se encuentra en una ardua batalla personal y profesional donde lo principal es ser el mejor. Pero sus conflictos internos los llevarán a lo mas profundo del mundo urbano de la música underground hoy llamado reggaetón. Pero un bichote, líder de varios puntos de drogas del área metro, los encaminará en un abismo sin salida. Pero será en un gran evento donde sus esfuerzos darán o no frutos. Inspirada en la historia de un género lleno de conflictos y donde la música no tiene moral.


































































miércoles, 27 de febrero de 2013

La sangrienta historia de la calibre 38


La sangrienta historia de la calibre  38


PRIMER BALAZO
Ciudad Bolívar es una ciudad dentro de Bogotá. Una localidad inmensa construida sobre los cerros surorientales en la que viven cerca de 700.000 personas y conocida por ser la más violenta de la ciudad. El Hospital Vista Hermosa queda en Ciudad Bolívar y muy poca gente sabe su nombre.Lo llaman simplemente el Hospital Ciudad Bolívar. El sábado por la noche, en el CAMI Manuela Beltrán, uno de los Centros de Atención Médica Inmediata del Hospital Vista Hermosa, Claudia Quintero, médica general de la Universidad de La Sabana, tuvo que recibir, una vez más, a un herido de bala.
Carlos Quiroga*, un joven de diecisiete años, estaba en una fiesta. Bebió aguardiente, fumó marihuana y observó a las chicas que bailaban reggaetón en el centro de la sala. El asesino de Carlos estaba obsesionado con cuidar a su novia hasta de las miradas de los demás hombres y no soportó que Carlos pusiera los ojos en su novia.
-Yo se la canté muy clarito -le dijo el asesino a Quiroga, antes de dispararle a quemarropa tres tiros con su revólver .38 especial.
Quiroga* fue llevado por sus amigos al CAMI Manuela Beltrán, mientras sangraba por el hombro, la pierna y junto al ombligo, en un lugar que la doctora Quintero describió como el flanco derecho. La médica le tomó el pulso, lo llamó por su nombre, le oprimió con su puño el esternón y el muchacho no reaccionó.
Entonces, la doctora Quintero observó que las encías de Carlos se encontraban secas, y su piel estaba extremadamente pálida. El paciente presentaba un shock hipovolémico: Carlos se desangraba y había que estabilizarlo cuanto antes.
La doctora Quintero tomó los brazos de Carlos y a la altura de  la vena humeral, los canalizó con dos agujas. Inyectó suero buscando estabilizar el volumen de sangre que se había perdido. Tenía que trasladarlo a un nivel de atención mayor. Quiroga fue llevado al Hospital de Meissen  y mientras la ambulancia atravesaba las calles del sur de Bogotá, ella acompañaba al paciente con una dedicación a prueba de balas.
Carlos Quiroga ingresó al hospital y fue llevado a cirugía inmediatamente, pero murió en plena operación. Una de las balas del revólver había destruido su arteria femoral y no hubo mucho que hacer.
SEGUNDO BALAZO
El cuerpo de Carlos Quiroga fue abaleado tres veces a quemarropa. Los disparos del hombro y la pierna no lo mataron, el que le propinaron junto al ombligo, sí. La bala perforó la piel y el impacto del proyectil comprometió la arteria iliaca y la femoral.
En su viaje por el abdomen, la bala, a causa de la velocidad y el calor, quemó algunos tejidos y afectó la arteria iliaca, para luego romper directamente la femoral. La ropa y la piel de Quiroga contenían residuos del disparo. A consecuencia del fogonazo y del ahumamiento producido por él, los granos de pólvora quemada se acumularon en la periferia del orificio de entrada.
Un médico patólogo como Héctor Gómez Montero*, del Instituto Nacional de Medicina Legal y Ciencias Forenses, reconoce de un vistazo esta marca indeleble y sabe en el acto que la víctima fue asesinada a quemarropa.
TERCER BALAZO
A pesar de que el conflicto armado ha producido millares de muertos en la historia de Colombia, pese a que la guerrilla y el ejército colombiano estén armados hasta los dientes y cientos de kilómetros de zonas rurales estén sembradas de minas antipersona, lo que produce más muertos en nuestro país no tiene que ver con guerrilla ni con paramilitares. Basta mirar las cifras.
Según el Grupo Centro de Referencia Nacional sobre Violencia del Instituto Nacional de Medicina Legal y Ciencias Forenses, las minas antipersona cobraron en Colombia en el año 2009, 320 víctimas. Ese año las víctimas por homicidio fueron 17.717, lo que equivale a decir que las minas antipersona, a pesar de su terrible fama, sólo produjeron 1.85% del total de las muertes violentas en el país. El año pasado las cifras fueron similares: del total de 15.912 muertes por homicidio, sólo 388 de ellas son atribuidas a las minas antipersona y otra clase de explosivos.
Según Forensis, publicación anual del Instituto Nacional de Medicina Legal, no es el fusil Galil del Ejército Nacional, originario de Israel y patentado recientemente por Colombia, ni el fusil AK-47 de las Farc, originario de Rusia y patentado recientemente por Venezuela, las armas que más matan en territorio colombiano. La delincuencia común, las guerras entre bandas, el hurto, la extorsión, el fleteo y toda clase de delitos urbanos, son los hechos delictivos que ocasionan el mayor número de homicidios en Colombia.
CUARTO BALAZO
Jorge Pachón* es técnico forense y director de Balística de Medicina Legal Bogotá. Viste una bata blanca, lleva el corte a ras del cráneo y una mirada tranquila que no aparta en ningún momento de su interlocutor. Pachón* ha trabajado 22 años en Medicina Legal, es un hombre curtido en análisis balístico y las dos décadas en su oficio lo llevan a afirmar que el asunto de las armas es también algo generacional.
En la década de 1980 era común que los sicarios del Cartel de Medellín ejecutaran sus trabajos con la subametralladora mini uzi. La mini uzi de calibre 9 mm y de origen israelí fue patentada por Estados Unidos en aquella época. Pablo Escobar Gaviria compró un arsenal de mini uzis y armó a su ejército personal con ellas. Por aquellos años, los sicarios ponían la subametralladora en modo ráfaga y llenaban de balas a sus víctimas, dibujando una cruz mientras disparaban.
Cuando el Cartel de Cali hizo tratos con la mafia mexicana, el tráfico interno de armas aumentó considerablemente. Los hermanos Rodríguez Orejuela necesitaban ampliar sus cordones de seguridad y pactaron transacciones multimillonarias con los capos mexicanos. Intercambiaron cocaína colombiana por armas producidas en Estados Unidos y compradas por los mexicanos.
Con el paso de los años, los grandes carteles en Colombia se disolvieron y las pequeñas franquicias que quedaron, se armaron con pistolas 9 mm y revólveres .38 especial. La sobreoferta de armas ilegales disparó las muertes por armas de fuego en nuestro país y poco a poco el revólver .38 especial se posicionó como el arma con la que más se mata en Colombia.
En el año 2010 fueron reportadas 15.912 muertes por homicidio, de las cuales 12.309 fueron perpetradas con armas de fuego, es decir, 77% del total de los homicidios. Según el Grupo Centro de Referencia Nacional sobre Violencia del Instituto Nacional de Medicina Legal y Ciencias Forenses,sólo en Bogotá en el año 2010 se practicaron 3.296 necropsias médico legales por hechos violentos o accidentales.
De los homicidios en Bogotá (1.749), en aproximadamente 62% de ellos (1.077) se empleó el proyectil por arma de fuego. Luego de consultar el Sistema de Información Integrado de la Práctica Forense -SIIPF- en relación con los casos estudiados por el Laboratorio de Balística de la Regional Bogotá, se identificó que de 1.814 muertes causadas por proyectiles de arma de fuego, 1.205 correspondieron a proyectiles de calibre .38, es decir, 66% fueron homicidios llevados a cabo con el revólver .38 especial. 
QUINTO BALAZO
Al apretar el gatillo del revólver .38 especial, la aguja percutora golpea el fulminante del cartucho y se produce una explosión de la pólvora negra contenida en la vainilla. La bala de plomo sale disparada a través del cañón del revólver. El túnel de ese cañón, llamado ánima, tiene sobre sus paredes unas líneas en forma de espiral que ayudan a impulsar el proyectil. Esas líneas son llamadas estrías y macizos. Las estrías están marcadas en bajo relieve y los macizos en alto.
Las estrías y los macizos constituyen la huella digital de cualquier arma y su impresión indeleble viaja con la bala a 400 metros por segundo, en un movimiento giroscópico que al impactar en la víctima genera una energía de choque capaz de dañar el hígado o el corazón. Si la bala destruye tejidos, pero no impacta ningún órgano vital, la energía cinética que desprende de su vuelo giratorio reventará algún vaso importante y producirá una hemorragia fulminante, con una lógica similar de destrucción a la que tienen las ondas explosivas de un carro bomba.
Para la delincuencia común y los sicarios profesionales el revólver .38 especial posee dos ventajas. La primera, su bala está hecha de plomo. Este material tiene más poder de destrucción que el proyectil de cobre, que es con el que están hechas las balas de las pistolas 9 mm. Al ejecutar un trabajo, el sicario profesional prefiere el revólver .38 porque sabe que con uno o dos disparos en la cabeza su labor queda bien hecha.
Además, las pistolas tienden a encasquillarse y esto no es bueno para la rapidez que requiere el sicariato. La segunda y más importante ventaja es que al disparar un revólver .38 la vainilla queda alojada dentro del tambor del arma. Con el uso de una pistola, la vainilla sale expulsada por la recámara, dejando evidencias en el lugar de los hechos.
El revólver .38 especial es el arma con la que más se mata en Colombia porque es la que se consigue más fácil. De manera legal, el revólver .38 cuesta entre 1'800.000 y 2'000.000 de pesos en Indumil, la Industria Militar Colombiana. Sin embargo, no es de manera legal como este revólver llegó a ponerse en lo más alto de este escabroso podio.
El mercado negro de armas se considera un negocio lucrativo en el país y aunque en su mayoría las armas provienen de casas productoras de fama internacional como Smith and Wesson o Llama, luego de que un lote de armas es vendido, el comprador hace con él lo que le viene en gana. En Bogotá existen lugares donde las armas se venden a precios ridículos; lugares donde las armas se alquilan para cometer ilícitos y poder ser alquiladas de nuevo.
Luego de conversar -en diferentes momentos y lugares- con algunos policías que patrullan las calles del centro de Bogotá, un patrullero, un agente y un auxiliar bachiller me recomendaron el mismo sitio, me dieron las mismas coordenadas para acceder al arma más mortífera en Colombia: debía visitar La Ele, debía meterme en el nuevo Cartucho para encontrarme con la Reina de la Muerte de los colombianos.
SEXTO BALAZO
Es sábado por la tarde. Me tomo un tinto recalentado en una tienda de la Plaza de los Mártires en el centro de Bogotá. En el costado occidental de la plaza se encuentra la Basílica del Sagrado Corazón de Jesús; en el costado sur, el Batallón de reclutamiento del Ejército Nacional.
Entre el Sagrado Corazón de Jesús y los fusiles del Ejército está ubicada La Ele, el nuevo Cartucho, que tuvo que cambiar de nombre y conformarse con un espacio más modesto. Vigilo La Ele mientras acabo el tinto y reúno el valor para aventurarme dentro de ella. Me acerco hasta donde un hombre que tiene el pelo como un estropajo y la ropa tan negra como sus dientes. Le propongo que  me acompañe a dar una vuelta por La Ele mientras le enseño un billete de dos mil pesos.
"El Samuel" acepta y nos adentramos en un callejón rodeado de casetas y toldos cubiertos con plásticos negros. Los toldos, acondicionados con sofás y poltronas sucias, sirven como salas donde hombres, mujeres y niños, fuman marihuana, preparan "carritos" o pipas de bazuco, aspiran pegante y toman cerveza con total tranquilidad. Las casetas, ocupadas por vendedores, ofrecen todo tipo de drogas. El suelo de La Ele es un lodazal en el que resulta inevitable hundirse y embarrar los zapatos. Aquí se consigue de todo, "¿cuánto vale una pistola?", le pregunto a Samuel.
-Depende de la que quiera.
-Un revólver .38.
-Ah sicas, un guayo vale cuatro gambas.
-¿Cuatro mil pesos?
-Nooo: cuatrocientos mil.
-¿Y puedo conseguir algo más barato?
-Pero ahí si le toca uno chizo. No la de seis balines original.
-¿Uno de fabricación casera?
-Uno chizo.
-¿Cuánto?
-Ochenta lucas, tiene un solo balín, pero mejor venga por la noche y lo compra de una. La flecha no está y  en las noches aquí es mejor.
En su mayoría, estas armas son robadas y los robos, generalmente, están acompañados con el asesinato del portador del arma. Así como generaciones anteriores conocieron en la mini uzi a su arma más letal, a esta generación de colombianos le correspondió el revólver .38 especial como la número uno en homicidios.
Según las proyecciones de algunos especialistas, la pistola 7.65 mm es la gran candidata a reemplazarlo. Otros hablan de la pistola 9 mm como la posible sucesora. Las apuestas quedan abiertas. El tambor del revólver seguirá girando.
1. Armazón  
2. Barita del extractor
3. Cilindro con extractor y pasadores
4. Cañón
5. Percutor
6. Gatillo o disparador
7. Bulón
8. Pestillo
9. Tope del cilindro
10. Corredera
11. Levante
12. Tapa lateral
13. Punto de mira
14. Palanca de disparo
15. Biela del cilindro
16. Muesca de mira
17. Pasador de mira
18. Tornillo elevador de la placa trasera de la mira
19. Perno de bloqueo
20. Aguja percutora
21. Pasador de la aguja percutora
22. Tornillos del punto de mira
23. Pasador del perno de bloqueo
24. Pasador del cañón
25. Guía del muelle del perno
26. Tornillo de la muesca de la mira
27. Pasador central
28. Tope del muelle del extractor
29. Tornillo dela muesca de mira
30. Tornillo elevador
31. Tornillo del pestillo
32. Tornillo izquierdo de sujeción de la tapa
33. Tornillos inferiores de sujeción de la tapa
34. Tornillo superior de sujeción de la tapa
35. Varilla del muelle del percutor
36. Soporte basculante
37. Resorte del bulón
38. Resorte del levante
39. Resorte del bulón de cierre
40. Resorte del pasador de disparo
41. Resorte de la corredera de la mira
42. Resorte del tope del cilindro
43. Resorte del extractor
44. Resorte de la aguja central
45. Resorte de torsión de la biela
46. Resorte de la corredera
47. Resorte del percutor
48. Cacha derecha
49. Anillo de regulación
50. Tornillo de sujeción de las cachas
51. Cacha izquierda
52. Perno de sujeción de las cachas
53. Pasador del seguro
54. Seguro
55. Pasador del tope del cilindro
56. Pasador del levante
57. Pasador de la biela
Por Fabián Mauricio Martínez González - Fotografía: Sebastián Jaramillo
Revista Don Juan

Marihuana: problemas por la desinformación difundida por los grandes mandos.


Marihuana: problemas por la desinformación difundida por los grandes mandos.

Yo creo que es de muy mal aspecto la desinformación que es difundida por los grandes mandos, Porque si tú le dices a la gente joven que la marihuana es una planta muy mala y que es muy Dañina para ellos ahí está el fondo del problema. A la hora que los jóvenes prueban esta hierba o ven que las personas la consumen a su alrededor, se dan cuenta de que lo que les han dicho es muy incierto, entonces es fácil seguir y dar el siguiente paso y pensar que drogas como la cocaína o la heroína tampoco son malas. Toda esta desinformación difundida por el gobierno y las industrias  es un obstáculo para que la información adecuada sea oculta. Siempre gana la mentira y la verdad es escondida para uso lucrativo.  Para mí lo que necesitamos es más información con hechos acerca de todas estas plantas y productos que están a su alrededor.  

martes, 26 de febrero de 2013

Marihuana de corintos: Marihuana ciento por ciento del campo.


Buen articulo, una triste realidad... Se los recomiendo.


Marihuana ciento por ciento del campo. 

No conocía el olor del cannabis silvestre hasta que una ráfaga de viento me trajo su aroma dulzón mezclado con el de la selva húmeda. La mata de marihuana en esta parte del país es más alta que los palos de café, y su fragancia, más intensa que la de cualquier otra planta. La brisa delata cada uno de los cultivos que hay al lado del camino. Vamos en tres motos, adelante, marcha el guía, un hombre blanco de 25 años, atrás el fotógrafo y en la cola de la caravana voy yo.
Avanzamos a más de 60 kilómetros por hora a través de una trocha fangosa y serpenteante que se extiende desde El Palo, corregimiento de Caloto en el norte del Cauca, hasta Tacueyó. Después de media hora de recorrido abandonamos las motos en el alero de la única casa que se encuentra en esa parte del camino y nos internamos a pie por un lodazal sembrado de platanales, maíz, café y coca. Los tres caminamos en silencio mientras escuchamos el sonido cada vez más cercano de una quebrada.
-Oigan muchachos -nos dice el guía- alístense que los voy a secuestrar.
El día anterior, cuando aún conservábamos el frío bogotano y mientras nos tomábamos un tinto sentados en una acera de El Palo, un joven típico de la región -moreno, de baja estatura y con unos bigoticos menudos- nos dijo que arriba estaban esperándonos. La orden era perentoria. "Arriba" es el monte; "arriba" significa guerrilla. Como los guerrilleros son la ley en las montañas y toca obedecer, como dijo nuestro guía, abandonamos el tinto y nos subimos en dos motos AKT 125 que nos llevaron cuesta "arriba".
El paisaje de la cordillera Central era un aliciente para la incertidumbre. Sus ondulaciones estaban bañadas con la última luz del atardecer, esa luz que se extiende como un manto dorado. El trayecto duró poco, unos veinte minutos. Estacionamos las motos en una casa que parecía haber sido desocupada especialmente para la reunión. El joven que nos alertó en El Palo se dirigió hacia la parte trasera de la casa y volvió a aparecer un instante después dándonos la señal de que siguiéramos.
Bajo una enramada estaba un hombre grueso, vestido con una camiseta blanca y limpia y un bluyín. Sus ojos azules tenían esa mirada de quien ha perdido con las armas el sentido de la lástima y la compasión. No se presentó. No venía para ser entrevistado sino para interrogar. Después nos enteramos de que es jefe de milicia, un rango superior al de guerrillero raso. Nos preguntó quiénes éramos, por qué veníamos, le dijimos que éramos periodistas y que queríamos ir a los cultivos de marihuana y conocer la gente que la siembra. Después de cada una de nuestras respuestas nos miraba a los ojos para confirmar si estábamos diciendo la verdad.
Después de varias preguntas, bajó la guardia. El interrogatorio se tornó en conversación. 
-Pobres campesinos -dijo-, ellos hacen lo que pueden. Nosotros no nos metemos con ellos ni ellos con nosotros.
Luego de una pausa continuó:
-A veces mediamos en las disputas, pero eso es porque el Estado dejó abandonada está región por mucho tiempo y nos tocó asumir la autoridad.
El interrogatorio fue corto, quizá un cuarto de hora. El hombre se quedó en la silla esperando el momento de nuestra partida.
Y ahora -24 horas después- nos iban a secuestrar.
El guía soltó una carcajada cuando vio nuestras caras. Aquí -nos dijo- no entra cualquiera, es tierra indígena y campesina, pero los guerrilleros vigilan todo y no les gustan los extraños.
-La gente tiene que obedecer. Ellos son los que representan la ley en las montañas. Continuamos la marcha por el lodazal, cruzamos la quebrada que oímos desde el inicio del camino y descubrimos, en medio de ese follaje espeso, dos mil plantas de marihuana tipo "corinto" o "corintiana" que alcanzaban los tres metros de altura.
En Colombia crecen diversos tipos de cannabis, los más conocidos son: Santa Marta Golden,que se cultiva en los departamentos de Magdalena y Cesar desde la bonanza marimbera de los años setenta; y "corinto", que se produce en el Cauca. Se diferencian por el contenido de tetrahidrocannabinol -THC-, el compuesto psicoactivo que genera en los consumidores una sensación de placidez. Según Martín Sepúlveda, ingeniero químico de la Universidad Nacional, la marihuana que crece en el norte del país tiene un porcentaje de 1,0 a 1,5 de THC. Y la que se produce en el Cauca tiene 2,0%.
En la jerarquía marihuanera, la Santa Marta Golden y la "corinto" ocupan el último eslabón por debajo de 80 variedades más existentes en el mundo y que son conocidas como "cripi". Estas variedades surgen de alteraciones en las semillas y solo crecen en invernaderos. Tienen mayor cantidad de THC, hasta 18%.
Bajo los inmensos matorrales de hierba "corintiana" aparece la figura de Carmen, la dueña de la quebrada, de los platanales y, por supuesto, de la marihuana. Ella saluda con ese respeto propio de los indígenas, sin tutear, bajando los ojos ante una mirada desconocida y con una sonrisa tímida. Carmen tiene cuarenta y un años, es morena, de pelo negro y ojos oscuros e ingenuos que contrastan con sus manos gruesas y envejecidas.
Hace tres años llegó un holandés a este mismo lugar. Al ver sus plantas se cogió la cabeza y literalmente perdió la cordura. Se botó encima de las plantas, corrió en medio de ellas y se restregó sus hojas en los brazos, en el rostro y en las piernas. Carmen se ríe al recordar a ese hombre que parecía haber encontrado el Edén en su propia finca.
-Por poco y se embute las matas -recuerda.
Imito al holandés -en una escala bastante inferior-, y arrancó una hoja verde y lanceolada que me restriego en la mano para conservar el perfume de esta hoja prohibida y tan famosa como los avisos de Coca-Cola. Solo en Estados Unidos se calcula que hay 28,5 millones de personas que consumen o que han consumido marihuana. La cifra global alcanza los 200 millones sin contar los que prefieren fumar callados.
-¿Usted...

PENSAMIENTO LIBRE.


Marihuana y  problemas callejeros.

Introducción.

Mi objetivo no es promover al consumo de marihuana ni mucho menos, la tarea que me he asignado es a desmentir mitos y tabúes que se conocen sobre esta polémica planta y demostrar, a partir de documentos escritos y audiovisuales, que todo lo que se dice sobre el cannabis es en mayoría falso, mostrando testimonios de personas actualmente consumidoras.

Me he puesto en la tarea de investigar y hacer un análisis entre libros, ensayos, documentales, páginas web y fuentes personales, donde las observaciones sobre este tema son muy variadas. La razón por lo que me centro en esta problemática en específico es porque quiero abrir los ojos de muchas personas y darles a entender que gracias a las industrias, la política,  la educación y a la pésima información que hay en las familias, se destruyen muchos hogares a diario y muchas personas son tiradas al precipicio sin razón alguna. Me explico, la vagancia, las muertes inesperadas por consumo en las esquinas o lugares peligrosos y el rechazo contra los consumidores son elementos que en vez de ayudar, dañan la vida de muchos jóvenes haciendo que reciban más apoyo de amistades en la calle que de sus propios padres, así reclutándose en bandas criminales o “parches” de esquina.

En esta investigación quiero dar a conocer testimonios reales de personas que han sido víctimas de este problema el cual los ha llevado a hundirse en las drogas y en la violencia para poder sobrevivir al no ser aceptados por familiares y al ser excluidos por la sociedad ya que tratan como delincuente, hasta volver delincuente a la mayoría de personas que interactúan con esta planta.

Es muy idiota al saber que en Colombia existe una terrible satanización sobre la marihuana, todo esto es problema de desconocimiento que posee la población sobre las llamadas drogas o estupefacientes, esto lo podemos observar claramente desde el prejuicio social donde las personas que son alcohólicas, personas callejeras, basuqueros o ladrones, automáticamente son nombrados y reconocidos como marihuaneros; asociando así a todo consumidor con estas despectivas.  

Con este tema me gustaría dejar claro que no todos los problemas sociales son generados por esta planta, porque incluso intelectuales la consumen por muchas razones, otros que también ven algo bueno en esta hierba son los curanderos. Y si la marihuana es un problema, la solución no es echar a un lado al enfermo, porque al drogadicto se le considera enfermo, no debería tratársele como peste.


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